Bloguear puede llegar a convertirse en una profesión, aunque sea de medio tiempo. Pero como cualquier profesional que trabaja desde casa puede atestiguar, se necesita de mucha disciplina y esfuerzo para sacar un proyecto de estas características adelante. Veamos una pequeña recopilación de observaciones sin llegar a profundizar en ellas pero que espero te resulten de utilidad. Si te motivan de alguna forma, hay todo un mundo de blogs de productividad ahí fuera que te pueden ayudar.

Método

  • Ponte un horario. Y respétalo. Esto incluye comenzar a la hora indicada y también terminar a la hora señalada. Ni un poquito más, ni un poquito menos. Es cuestión de disciplina.
  • Anota todo lo que debes hacer. Si no, no lo olvidarás. Hay muchos programas muy útiles, pero personalmente prefiero la clásica libreta de papel. El celular también es una buena opción.
  • Cierra todo aquel programa que te pueda interrumpir. Cero Messenger, cero Twitter, cero lector de feeds… También, cero televisión y cero radio, a menos que sea una emisora de música.
  • Haz una cosa por vez. La multitarea es nefasta. Aunque avances con varias cosas, lo peor es que al final tienes la sensación de que no has avanzado en nada.
  • Ponte objetivos: escribir un post, hacer un tutorial… No pases al siguiente hasta que no hayas terminado el que tienes entre manos.
  • Nada del “ya que estoy aquí”. Con esto me refiero a, por ejemplo, cuando entras en el blog para publicar y ya que estás ahí aprovechas para modificar algunas cosas del código. Mejor, haz lo que tienes que hacer y pasa a la siguiente tarea. Si necesitas hacer algún retoque, anótalo para más tarde.

Espacio y ambiente

  • Si es posible, define tu espacio de trabajo. Si puedes disponer de una habitación para habilitarla como estudio, fantástico. Si no es así, al menos haz que tu entorno predisponga en la medida de lo posible al trabajo.
  • No trabajes en “ropa de casa”: tendrás la sensación de que lo que estás haciendo es un pasatiempo. Aunque te lo estés pasando bien y lo disfrutes, eso no quiere decir que no tengas responsabilidades.
  • No trabajes en la cama, o en el sofá, o en sitios similares. No es cuestión de que estés incómodo, pero demasiado relajamiento hará que te disperses demasiado. Una silla ergonómica y una mesa acorde hacen maravillas, de verdad.
  • La música es un buen aliado. Puedes elaborarte una lista de reproducción de temas musicales con los que te sientes a gusto trabajando y reproducirla cada vez que te pongas a ello. Verás como luego, tan sólo con escuchar la música, te entrarán ganas de ponerte a trabajar. A mi por lo menos me funciona.

Proceso

  • Cuando te sientas bloqueado, simplemente no lo dejes: insiste. Aunque dejes un post a medias y luego comiences otro que tampoco termines. Conserva todos esos inicios fallidos pues te pueden ser de utilidad más tarde.
  • Si empiezas a escribir sobre un tema que conoces pero vas a emplear documentación para respaldar o ampliar lo que digas, primero escribe y después pasa a la documentación. Un truco útil es marcar en el texto los lugares donde quieres colocar enlaces o escribir un nombre que no recuerdas para, cuando hayas terminado de escribir, ponerte a buscar los datos que necesitas. Puedes marcarlos con corchetes [ ] o algún signo similar.
  • Si la tarea que vas a realizar es larga, como un tutorial, divídela en pequeñas partes y anótalas todas. Después, ve tachándolas a medida que avanzas.

Foto: Mark Sebastian