Tal y como han avanzado los sistemas de publicación, hoy en día un blog es un cajón de sastre donde tienen cabida todo tipo de contenidos en diferentes formatos: texto, imagen, vídeo… y audio. Más allá de la simple publicación de música o extractos de entrevistas, el audio en un blog tiene un gran potencial. Incorporar un podcast al tuyo puede contribuir a incrementar tus visitas y a hacer más interesante y completo tu lugar en la web.

Si bien mucha gente comienza un podcast aparte de su blog, aquí me refiero al hecho de incluir un podcast dentro de tu blog, brindando la posibilidad de que los lectores o los oyentes se suscriban a él de manera separada. De esta forma, enriquecerás la experiencia de tus visitantes, ofreciéndoles un contenido que se puede disfrutar de manera diferente. ¿Y por qué hacerlo? ¿Qué beneficios obtendrás de ello? Veamos.

¿Por qué incorporar un podcast dentro de tu blog?

  • Porque el podcast genera más cercanía con el lector que el texto. El texto es frío (es uno de sus inconvenientes), mientras que la voz humana siempre es más cálida y atrayente.
  • Porque mientras que un post obliga a depositar toda tu atención en él, con un podcast puedes hacer diferentes tareas al mismo tiempo que lo escuchas: viajar, caminar, lavar los platos (yo lo hago)… Gracias a ello, le facilitas a tus lectores una posibilidad más de acceder a tu contenido.
  • Porque estás añadiendo una razón más para visitar tu blog: descargar ese contenido especial que sólo publicas cada cierto tiempo y que ofrece un valor añadido a lo que haces normalmente.
  • Porque, técnicamente, no es difícil de hacer. Incluso incorporarlo a tu blog es sumamente sencillo (especialmente en WordPress, por medio de plugins). Aunque siempre es de agradecer una buena calidad de sonido y una edición cuidada, simplemente con ponerte a grabar un buen contenido puede ser más que suficiente. Con un micrófono de los que acompañan a cualquier equipo (incluso en una portátil) puedes crear tu podcast.
  • Porque, si alcanzas un buen número de audiencia, te puedes plantear buscar patrocinadores o anunciantes. Es decir, que puede convertirse en una vía más de ingresos. Aunque no nos engañemos: esto no es fácil.

Decisiones

¿Te animas entonces a hacer un podcast? Si es así, he aquí una pequeña lista de elementos sobre los que debes decidir:

  • Temática: ¿de qué va a tratar? Dado que el podcast va a estar integrado en tu blog (que es lo que planteamos en este post), es conveniente que hables acerca del mismo tema. Sin embargo, no te lo plantees como una simple repetición de los mismos contenidos o del mismo estilo. Ofrece un contenido nuevo, más profundo, detallado y extenso que el ofreces en el blog.
  • Duración: hay podcast que superan la hora; otros, se quedan en apenas un cuarto. La preferencia en la duración varía según el oyente, pero muchos podcast oscilan entre la media hora y los 60 minutos completos.
  • Periodicidad: no te impongas una periodicidad muy ajustada. Al principio, todo es emoción y dan ganas de publicar uno cada semana, si es que no cada día. Pero luego, el tiempo corre demasiado deprisa y grabar comienza a convertirse en una tarea incómoda. Por lo tanto, elige mejor algo que sepas que puedes cumplir, como uno mensual. O, directamente, hazlo aperiódico en un principio, para ir probando. Al menos, dilo así en el blog, aunque tú, en privado, te propongas una meta periódica determinada.
  • Licencia: muchos podcast están bajo licencia Creative Commons. Otros, bajo ColorIruis o directamente en dominio público (los menos) o bajo el copyright convencional. Ten en cuenta que licencia vas a utilizar, pues esto puede influir en el contenido de tu podcast (sobre todo en la música).

¿Qué necesitas?

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  • Un micrófono, unos parlantes y, si es posible, unos auriculares o audífonos. Si ya los tienes incorporados en tu equipo, con eso es suficiente.
  • Un software para grabar. Puede ser la misma grabadora del sistema, aunque hay muchos programas gratuitos a los que puedes recurrir y que usualmente ofrecen mejor calidad.
  • Un software de edición de audio: muchos editores (por no decir todos) incorporan funciones de grabación, con lo que tendrías el punto anterior cubierto. Igualmente, hay muchos programas gratuitos para realizar esta tarea. Aunque no pienses hacer mucha edición, siempre vendrá bien tener uno a mano. Seguro que encontrarás cosas que mejorar de una manera simple y rápida.
  • Tiempo: no es lo mismo que escribir un post, que en muchos casos lo puedes hacer en dos patadas. Un podcast necesita de más tiempo, principalmente por los puntos que vienen a continuación.
  • Un mínimo de elaboración previa: puedes ir del guión ultradetallado hasta unas cuantas anotaciones, pero ponerte frente a un micrófono sin idea de qué vas a decir es casi sinónimo de fracaso.
  • Tranquilidad: puedes escribir un post mientras tienes la televisión encendida o con tu familia haciendo bulla por detrás, pero para grabar necesitas que haya un mínimo de silencio a tu alrededor.
  • Editar: aunque sea tan sólo para añadir una sintonía o eliminar pequeños fallos como el ruido de fondo. Y, a menos que seas un entusiasta del sonido, editar el audio de un podcast es un poco pesado (por decirlo suave). Al principio parece que no, pero luego…

Ideas para realizar un podcast

Para terminar, hagamos una pequeña tormenta de ideas acerca de como podría ser tu podcast. Desde luego, es una enumeración muy breve en comparación con las posibilidades que brinda el audio y no cubre todo lo que se puede llegar a hacer. Ojalá esta lista sirva para terminar de animarte a incorporar un podcast en tu blog, aunque sea de manera temporal y experimental.

  • Selección de posts propios: ¿recuerdas ese post tan elaborado que realizaste hace un tiempo y que pasó desapercibido? Recíclalo. Ese y muchos otros que hayan ido quedando atrás. Incluso podrías hacer una selección de posts del mes. El problema con esto es que no aportarás nada nuevo a tus lectores habituales y es posible que tu audiencia no crezca partiendo de ellos como base.
  • Selección de post ajenos: las licencias CC están para algo, así que aprovéchalas. Al igual que muchos bloggers hacen una selección semanal de posts interesantes, tú podrías leer aquellos que te hayan interesado. Eso sí, siempre pide con antelación el permiso del autor, sin importar lo que permita la licencia de sus contenidos: cuestión de mera cortesía que te resultará muy beneficiosa.
  • Audiolibros: hay muchos libros en dominio público o bajo licencias flexibles (que te permiten elaborar trabajos derivados y adaptaciones) que podrían atraer a un público interesado en disponer de esos contenidos en audio.
  • Audiocuentos o audiolibros propios: el podcast es una excelente manera de dar a conocer tu obra. Si escribes relatos medianamente largos, al ponerlos disponibles en audio es posible que aumentes el número de tus lectores (ahora oyentes), sobre todo porque le evitas que para acceder a él se tenga que dejar los ojos en la pantalla (o recurrir a algún conversor texto-audio de estos tan mecánicos y fríos).
  • Entrevistas: un género que gana mucho en audio, en especial por la interacción de dos voces y por la información que aporta. Sin embargo, es de los que más esfuerzo necesitan para su elaboración. Un excelente ejemplo es el podcast “Explícalo“, de Blogoff. Por cierto, dentro de poco tendremos por aquí una entrevista con su creador, Juan García (A.K.A. Kids).
  • Debate o tertulia: si cuentas con alguien más, puedes hacer pequeños programas que debatan la actualidad o temas controvertidos.
  • Tutoriales: un campo poco explotado dentro del podcasting y que yo veo con más potencial que los clásicos screencasts. Eso sí, requiere bastante más trabajo pues debes describir con más detalle, pero por otro lado permite que le des al oyente una “clase particular”, enseñándole a hacer determinados procesos mientras le guías con tu voz.

En un próximo post, tocaremos algunos de los recursos a los que puedes echar mano para realizar tu podcast, como programas, música, hospedaje, etc.

Foto: Zesmerelda