¿Por qué sólo 4? Hay muchas más, desde luego. Pero quería destacar aquellas que pueden resultar contraproducentes, especialmente a la larga si se hacen de manera habitual. Estas prácticas reportan tan pocos beneficios a efectos de promoción que realmente no valen la pena ni intentarlas. Algunas de ellas incluso pueden llegar a perjudicar tu reputación online. Creo que todos hemos cometido estos errores en algún momento, y no pasa nada siempre y cuando los corrijamos tan sólo dejando de cometerlos. Pero cuanto antes.

  • Dejar la dirección de tu blog como “firma” en los comentarios: suele ser un error común de principiantes. Se trata de una redundancia muy habitual porque, al fin y al cabo, casi todos los sistemas de comentarios te permiten dejar la dirección de tu web, que aparecerá enlazando a tu nombre. Poner tu blog te hará ver como un principiante o como alguien que pretende dar demasiada visibilidad a su blog. Parece el equivalente al niño que, tirando de la chaqueta de su madre, repite infatigable en una juguetería: “cómprame eso, cómprame, cómprame”.

SÍ -> Deja tu dirección en la casilla correspondiente de los comentarios.

  • Pedir intercambios de enlaces: “yo te pongo en mi blogroll y tú me pones el tuyo, ¿sí?”. O “Yo pongo tu publicidad en mi blog y tú la mía en el tuyo”. En el primer caso, es un recurso fallido pues muchos bloggers son conscientes de que su blogroll refleja parte de su personalidad, de sus gustos e intereses, por lo que no lo consideran como un cajón donde meter cualquier cosa. En el segundo, si ese es tu interés, debes ir más allá de la frase “hagamos un intercambio de enlaces”. Si estás interesado en ese intercambio de verdad, más allá del simple probar suerte, preséntale al blogger un texto más formal, proponiéndole como realizar el intercambio, que ganará él, por qué te interesa aparecer en tu blog y por qué le puede interesar aparecer en el tuyo, etc. Y siempre, con el texto personalizado, nada de correos “tipo”, en el que apenas cambias el nombre del destinatario (o peor, usas un genérico).

SÍ -> Simple: no lo hagas. Si deseas poner publicidad en un blog, paga por ello, o hazlo ofreciéndole algo al autor (por ejemplo, escribir un post cada cierto tiempo, servicios de diseño… ). Si deseas que pongan publicidad en tu blog, ofrece precios accesibles, acordes a tu tráfico, o intercambia también esa publicidad por servicios como escritura, diseño, etc. Sobre todo, hazlo de manera personalizada y focalizada, no enviando correos a manera de spam a ver si alguien acepta.

  • Distribuir los contenidos de tu blog vía e-mail: a quien no lo ha pedido, claro está. Hay blogueros que se dedican a “dejar caer” sus artículos de vez en cuando en tu bandeja de entrada. Y esto simplemente porque, en alguna ocasión, intercambiaste correos con él o llegó tu dirección inmersa en esas cadenas enviadas por alguien que desconoce el uso de la casilla CCO. Si lo haces, lo más probable es que tus correos terminen siendo marcados como spam.

SÍ-> Igual o más que lo anterior: no lo hagas. No deja de ser spam y, por lo tanto, molesto más allá de la calidad de lo que escribas.

  • Dejar comentarios simples por sistema: es bien sabido que los comentarios de un blog son un buen lugar para promocionarse, pero este método suele ser efectivo siempre y cuando el mensaje que se deje diga algo más que un simple “Te felicito por tu post. Muy bien dicho”. Los comentarios no sirven como promoción tan sólo porque dejas ahí tu dirección, sino porque su contenido, si es interesante, puede llevar a los lectores hasta tu blog.

SÍ -> Deja comentarios interesantes, relevantes y relacionados con el tema. O por lo menos, da tu opinión de manera moderada (es decir, sin trollear).

Esta lista es ampliable, desde luego. ¿Alguna sugerencia?

Imagen: Carly & Art.